domingo, 12 de agosto de 2012

Belchite.


Provincia de Zaragoza, con una historia triste, muy triste. Las ruinas del pueblo antiguo están allí, compartiendo espacio con el pueblo nuevo, como monumento a la barbarie de la que el hombre es incapaz de escapar.




El pueblo nuevo tiene el esplendor con el que se quiso reconstruir. Una iglesia espectacular, un ayuntamiento enorme, calles anchas y que intenta sobrevivir a la despoblación que caracteriza a estos tiempos difíciles para las zonas rurales. Vale la pena recorrerlo y apreciarlo en todo su valor.



Siempre recordando naturalmente quién la mandó reconstruir con prisioneros de guerra como mano de obra...

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